La numerología, es una disciplina metafísica basada en la matemática, que estudia las características de una persona y delinea claramente la forma de su vida. Sabiendo que la numerología no es adivinatoria (aunque puede predecir), sino que constituye un instrumento orientador, su función es procurar que el consultante ponga los aspectos más positivos de su mapa vibracional al servicio de sus necesidades, circunstancias, medio en el cual se mueve, para conseguir una armonía que conlleve al orden.
Individualmente, orienta al consultante a evaluar los factores a favor o en contra de sus principales vibraciones, elaborando un cuadro de situación que, a partir de la numerología le permite darle un vuelco positivo a su vida, si así lo decide.
La numerología pone el énfasis sobre el aspecto psicológico y evolutivo del funcionamiento del ser en mutación, que se manifiesta en cada uno. Permite reconocer la importancia de la herencia de las transmisiones de los padres, como parte integrante de nuestra identidad.
La numerología pone el énfasis sobre el aspecto psicológico y evolutivo del funcionamiento del ser en mutación, que se manifiesta en cada uno. Permite reconocer la importancia de la herencia de las transmisiones de los padres, como parte integrante de nuestra identidad.
Cada estudio numerológico permite entrar en el mundo secreto y misterioso de cada persona. El arte del numerólogo no está en la aplicación de reglas o técnicas elaboradas, sino en el espíritu que él posee, basando una visión dinámica y liberadora del hombre en su tránsito por la Tierra.
Se trata de una visión abierta y llena de esperanza, ya que permite ampliar los caminos para nuevas realizaciones, es también una visión dinamizadora y creadora porque proporciona el impulso necesario para alcanzar los logros, utilizando en forma creativa los propios recursos. Es una visión humanista porque toma al hombre en su totalidad.
Los números están a nuestra disposición para esclarecer nuestro modo personal de funcionar para ayudar a conocernos mejor y así entender mejor a la gente que nos rodea y nos ubica con nuestro entorno. Nos ayuda a ubicarnos dentro de nuestro potencial individual y a despertar otros dones inexplorados.
Libera los miedos para vivir plenamente, ver la luz y poder avanzar. Nos puede servir como una herramienta de libertad para un mejor control de la vida, para saber usar nuestro libre albedrío con plenitud.
La numerología no describe de un modo absoluto la realidad tal cual, sino más bien nos señala a través de qué “gafas” es que la percibimos. Nos ayuda a limpiarlas.
No existe la fatalidad con los números, estos simplemente nos brindan información para ayudarnos a comprender nuestras vidas. Cuanto más se familiariza uno en el diálogo con los números más esta noción de azar se derrite como la nieve al sol. Los números nos invitan a apreciar de un modo más verdadero quiénes somos a nivel mental, intuitivo y del corazón, nos invitan a sondear nuestra profundidad y a descubrir nuestros “tesoros escondidos”. Nos ayudan a vernos ni demasiados pequeños, ni grandes, ni débiles, ni fuertes.
Se trata de una visión abierta y llena de esperanza, ya que permite ampliar los caminos para nuevas realizaciones, es también una visión dinamizadora y creadora porque proporciona el impulso necesario para alcanzar los logros, utilizando en forma creativa los propios recursos. Es una visión humanista porque toma al hombre en su totalidad.
Los números están a nuestra disposición para esclarecer nuestro modo personal de funcionar para ayudar a conocernos mejor y así entender mejor a la gente que nos rodea y nos ubica con nuestro entorno. Nos ayuda a ubicarnos dentro de nuestro potencial individual y a despertar otros dones inexplorados.
Libera los miedos para vivir plenamente, ver la luz y poder avanzar. Nos puede servir como una herramienta de libertad para un mejor control de la vida, para saber usar nuestro libre albedrío con plenitud.
La numerología no describe de un modo absoluto la realidad tal cual, sino más bien nos señala a través de qué “gafas” es que la percibimos. Nos ayuda a limpiarlas.
No existe la fatalidad con los números, estos simplemente nos brindan información para ayudarnos a comprender nuestras vidas. Cuanto más se familiariza uno en el diálogo con los números más esta noción de azar se derrite como la nieve al sol. Los números nos invitan a apreciar de un modo más verdadero quiénes somos a nivel mental, intuitivo y del corazón, nos invitan a sondear nuestra profundidad y a descubrir nuestros “tesoros escondidos”. Nos ayudan a vernos ni demasiados pequeños, ni grandes, ni débiles, ni fuertes.
